Qué hacer al recibir retroalimentación negativa.
15 de September, 2017
Tags:De hecho, los mejores líderes son aquellos capaces de informarte de manera empática y sin descuidar la firmeza, el cómo puedes llevar tu trabajo a un nivel superior, así mismo el cómo llevar un mejor manejo de tus responsabilidades. De cierto modo, recibir retroalimentación negativa puede ser una oportunidad, a pesar de que se sienta como todo lo contrario.
A continuación te contaremos exactamente cómo manejarte después de haber recibido retroalimentación negativa, además de cómo sacar el máximo provecho de ello.
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No lo tomes personal.
Sabemos que has escuchado este consejo cientos de veces pero hay una razón al respecto.
A menudo escuchamos a colaboradores tomar la retroalimentación negativa como sinónimo de un desagrado personal por parte de su líder.
La mayoría de las veces, ese no es el caso. La retroalimentación te la da tu líder porque sabe que cuentas con las habilidades necesarias para un mejor desempeño, que puedes destacar cada vez más y que finalmente podrás perfeccionar tus habilidades.
Desde esa perspectiva, incluso puede ser un cumplido. Aún así no es algo sencillo de escuchar. No obstante, si te enfocas en el hecho de que tu líder sabe que puedes tener una mejor ejecución, podrás darte cuenta que tu situación está lejos de ser la peor del mundo.
Lo más importante es recordar que al tiempo que recibes retroalimentación, también estás recibiendo poder. El poder de manejar tus perspectivas, pues ésta te está diciendo cómo es que el mundo a tu alrededor te ve. Poder de ser mejor y más fuerte, pues con retroalimentación, tus debilidades se hacen ver. De igual manera, obtienes el poder de controlar tu carrera pues esta la que te llevará en dirección a tus metas.
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Asegúrate de estar totalmente claro sobre el tema.
La mayoría de los líderes no disfrutan el dar retroalimentación negativa, así que esa conversación en definitiva no es placentera para ambos lados. Si a aquella tensión, le sumamos un mal manejo de inteligencia emocional, en la sala se generará un ambiente desagradable y falta de comunicación.
A veces es difícil escuchar y retener todo lo discutido en una reunión cuando tus emociones pueden estar a flor de piel.
Es una buena oportunidad para practicar el escuchar activamente, para tener una mayor seguridad de que tanto tú como tu líder se comprenden en ambas direcciones. En ocasiones, reitera lo que el emisor ha dicho, para confirmar que la conversación está en el mismo canal, de manera que se pueda establecer una continua comunicación. Esto nos da la oportunidad de aclarar cualquier malentendido; no dudes en hacer preguntas. Recuerda que lo último que las dos partes quieren es estar trabajando en corregir algo que no se entendió bien desde un principio.
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Si estás en desacuerdo, comunícalo con tacto.
Es muy común que inmediatamente te sientas a la defensiva tras recibir retroalimentación negativa y la verdad es que podría ser una equivocación. Por desgracia, en cuestiones de retroalimentación, es poco común que pase, de manera que es muy importante que te asegures que no sea una equivocación antes de comentar que la retroalimentación que estás recibiendo es errónea.
Primero debes estar completamente seguro de haber comprendido la información proporcionada y la razón detrás de ella. Si realmente crees que es una equivocación y decides comentarlo.
Es imperativo que lo digas de una forma sutil y diplomática.
Los líderes también son humanos, existen probabilidades en que verdaderamente hayan cometido un error. Aquellos que sean buenos líderes, sin problema alguno podrán reconocer su error y te agradecerán por la manera en que comunicaste el malentendido.
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Muestra iniciativa lo antes posible
Toma la iniciativa y muestra que te importa mejorar. Si quieres seguir creciendo en tu carrera, ya sea con tu empresa o con alguna otra, deberías mostrar ese interés a tu líder en no más de dos días. Idealmente, haz tiempo para que puedas pensar acerca de aquella retroalimentación que recibiste e identifica los puntos en que puedes trabajar para perfeccionar. Por ejemplo, si te recomendaron mejorar la forma en que comunicas, entonces deberías observar cómo es que ellos comunican en los proyectos de trabajo, de manera que puedas comparar aquella información con tu forma habitual de comunicar. Posteriormente, comparte con el líder tus observaciones. Hazlo saber que haz hecho tu propia investigación acerca de los temas y puntos discutidos en tu retroalimentación. Ya que sabes qué es lo que anda mal. No titubees en practicar.
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Piensa a futuro
Considera pensar a largo plazo, principalmente porque cambiar hábitos puede tomar algo de tiempo. Después de 30 a 60 días, es recomendable que se siga trabajando de manera personal en los puntos señalados dentro de la retroalimentación negativa. Deberías comentarle a tu líder que verdaderamente has tomado en cuenta y puesto en práctica los puntos a reforzar tras la retroalimentación dada y que le darás seguimiento constante. Esto muestra que lo tomaste con fortaleza y de manera constructiva, que le das la importancia que merece y que buscas una mejora. Hay grandes probabilidades de que si estás comprometido en realizar cambios positivos, una mejor retroalimentación te esté esperando en reuniones futuras.